Pese a que esta edición de la Copa Oro tuvo varias sorpresas agradables, la final es la de siempre, México contra Estados Unidos definiendo al campeón que va a representar a la zona en la próxima Copa Confederaciones.

Ambos finalistas sufrieron y lograron sus boletos sobre la hora y sufriendo gracias a complicaciones provocadas por sus defensas.

A primera hora, los de las barras y las estrellas sufrieron para vencer a Catar quien le demostró al mundo lo preparado que están para recibir la Copa del Mundo en diciembre del próximo año.

Los campeones de Asía dominaron el primer tiempo en el que tuvieron varias ocasiones para adelantarse en el marcador.

Estados Unidos mejoró en el segundo tiempo, pero un penal que concedió Samuel Vine al minuto 56 puso en peligro su presencia en la final.

Hassan Al Heidos abusó de su definición y mandó por encima del poste horizontal la pelota, con esto le dio vida a los de casa.

La selección norteamericana mejoró notablemente tras el penal fallado por el capitán catarí y sobre final del partido se volcó en ataque.

Similar a lo que pasó con Jamaica, el cuadro estadounidense logró llegar al gol, esta vez por medio de Gyasi Zardes.

La mínima ventaja fue suficiente para despachar al invitado más incómodo que ha tenido la región en las últimas ediciones de su torneo.

A México le ayudó "el grito"

La segunda semifinal puso cara a cara a México con Canadá en un partido que tuvo un final de infarto que se dio gracias a la infracción de la afición azteca.

Los dirigidos por Gerardo Martino consiguieron ponerse adelante gracias a un penal cobrado a través del VAR y que fue solventado por Orbelin Pineda.

El segundo tiempo fue para los de la hoja de maple que salieron al todo o nada y mejoraron notablemente a los del tricolor.

Una gran jugada de Buchanan, que definió con sello de goleador, le dio el empate a Canadá que estuvo cerca del segundo.

México pudo evitar sufrir, pero Carlos Salcedo le quitó la pelota de la mano a Orbelín Pineda para ejecutar un penal que el meta rival terminó tapando por la mala ejecución del defensa de los Tigres.

Canadá volvió a tomar confianza y cuando mejor jugaba el partido fue interrumpido a causa del polémico "grito" de la afición mexicana por el que se ha ordenado detener las acciones.

La pausa de varios minutos, que derivó en que fueran siete los de compensación, benefició a México que regresó al ataque.

En la última jugada del partido, Héctor Herrera se encontró con la pelota rebotando cerca del manchón de penal y la mandó al fondo de la red.

Las ilusiones de los canadiense se vinieron a bajo y el partido llegó a su fin tras varios reclamos de los perdedores.

La del domingo será la séptima final entre México y Estados Unidos en Copa Oro y para los de Martino será la revancha de lo ocurrido en la Liga de Naciones de la Concacaf.