Sin forzar la maquina, el PSG goleó al Barcelona en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa en el que pudo ser el último partido de Lionel Messi en Camp Nou por este torneo.

El argentino puso adelante a su equipo con un polémico penal sobre Frankie De Jong, que solo sirvió como maquillaje al dominio de los franceses.

La respuesta del visitante llegó minutos después a través de Mbappé, que desde hace mucho viene siendo considerado como el mejor del mundo y que esta noche lo confirmó.

Messi desapareció tras el penal que anotó y el cuadro francés tomó el control del partido sin extrañar las dos bajas sensibles de Neymar y Di María.

El caos del cuadro culé empeoró con las maniobras tácticas ordenadas por Ronald Koeman que metió en la línea defensiva a De Jong.

Para el segundo tiempo el escenario siguió igual y con Mbappé como gran protagonista que en cada pelota hacía ver los errores de los catalanes.

Al 65, el PSG consiguió el segundo a través de la estrella gala y al 70 Moise Kean sentenció el partido en la ida.

Los fantasmas de las últimas ediciones regresaron a la camisa blaugrana con el tercero de Mbappé que tuvo para anotar uno o dos goles más.

El Barcelona ahora vuelve a tener cuesta arriba una eliminatoria y tendrá que apelar a una nueva épica, como en 2017, pero que se ve muy lejano por el fútbol de los españoles.