El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, es uno de los menos optimistas en encontrar una solución al virus que ya cobró la vida de cerca de 700 mil personas en todo el mundo.

En una conferencia de prensa en línea, Tedros señaló que "no hay solución y quizás nunca la haya", esto pese al esfuerzo de diferentes países de desarrollar una vacuna que permita curar a los pacientes contagiados.

La OMS terminó recientemente su misión en China en la que busca determinar el origen del virus, que de momento solo se sabe que llegó a los humanos a través de las carnes de animales exóticos que se consumen en ese país. 

La principal preocupación de la organización son los rebrotes que se están dando en países donde se creía el virus comenzaba a dejar de ser una amenaza para las mayorías. Hay casos de territorios donde el virus ha regresado y con más fuerza.

Tedros insistió que los países deben reforzar la vigilancia sanitaria para identificar los casos de contagios y rastrear los contactos que tuvo previo a ser neutralizado, algo que en muchos países se ha dejado de hacer.

El representante de la OMS detalló que este control se debe realizar "especialmente en entornos de escasos recursos, vulnerables o de alto riesgo, y que mantuvieran los servicios de salud esenciales con financiación, suministros y recursos humanos suficientes".