Un improvisado bastón elaborado con el palo de una escoba y un tubo PBC es la única evidencia de la muerte de un anciano que fue arrollado por un bus de la ruta 48 en el centro de San Salvador.

Testigos señalan que el hombre de la tercera edad se encontraba queriendo cruzar la zona de la calle Monseñor Romero y la octava calle en la esquina del excine Apolo en San Salvador.

La falta de un semáforo en la zona hace que los conductores opten por valerse de la ley del más fuerte para circular.

El conductor del bus no se percató de la presencia de su víctima y lo arrolló. El hombre bajo el bus murió cuando las llantas pasaron sobre su cabeza.

El crujir de los huesos del cráneo obligó al busero a detener su marcha y esperar a las autoridades para intentar explicar lo sucedido.

La dantesca escena del hombre con los sesos destripados y esparcidos por la calle trato de ser ocultada con el asiento de una de las sillas del bus que le quitó la vida.

Socorristas de Camilleros de El Salvador fueron alertados sobre la situación, pero ya no se podía hacer nada.