El presidente de la República, Nayib Bukele, se reunió con 31 embajadores con misiones en El Salvador para exponer la situación que se ha generado a partir de la petición que se presentó en la Asamblea Legislativa para destituirlo del cargo.

El mandatario también hizo un reproche a todas las partes que tienen interés en El Salvador ya que no se han pronunciado ante tal situación.

"Fue tanta la indignación de la gente por el intento de golpe de estado, y por otro lado también fue grande el silencio: todos los que tenían interés en El Salvador desaparecieron en ese momento”, remarcó el presidente.

"¿Qué hubiese pasado si diputados aliados a nosotros hubieran presentado una iniciativa para destituir a la Corte Suprema de Justicia y yo hubiera aprobado esa iniciativa? Les aseguro que no hubiera habido silencio", agregó.

"Yo estoy seguro que ninguno de los que hablan de El Salvador se hubiera quedado callado si hubiera pasado el caso hipotético de la Corte Suprema", reflexionó Bukele.

El presidente ha asegurado a los cuerpos diplomáticos que esta maniobra política, ejecutada por el diputado de ARENA, Ricardo Velásquez Parker, es un intento de golpe de Estado.

"Ese intento de golpe de estado no está planeado desde el martes, está planeado desde hace mucho tiempo, la desesperación electoral los ha llevado a eso en estos momentos", remarcó el mandatario.

Acompañado de la canciller Alexandra Hill, Bukele señaló al expresidente de la República, Mauricio Funes, de estar tras este plan que habría contado con el apoyo del diputado Mauricio Vargas, también de ARENA.

Bukele considera que el caso se trata de una maniobra de diputados que están en riesgo de perder su cargo y contrastó la situación suponiendo que fuera él quien presentara una petición para que se destituyan de su cargo a los magistrados de corte plena que conforman la Corte Suprema de Justicia.